Tipos de argumentos jurídicos: conócelos todos

Cuando se trata de argumentar en el ámbito jurídico, es importante conocer los diferentes tipos de argumentos que se pueden utilizar para sustentar una posición. Estos argumentos pueden ser de diversos tipos y su elección dependerá del caso específico y de la estrategia que se desee emplear. En este artículo, te explicamos los principales tipos de argumentos jurídicos que existen.

¿Qué verás en este artículo?

Argumento de autoridad

Este tipo de argumento se basa en la opinión o afirmación de una autoridad reconocida en el tema que se está discutiendo. Por ejemplo, citar una sentencia de un tribunal superior o un tratado de derecho internacional. El argumento de autoridad es especialmente útil en casos donde la opinión de expertos es fundamental para establecer una posición.

Argumento a contrario

Este argumento se utiliza para sostener una posición que es opuesta a la que se ha adoptado en un caso anterior. Por ejemplo, si en un caso anterior se ha dictado una sentencia en la que se ha considerado que un determinado hecho es delito, se puede utilizar el argumento a contrario para sostener que, en el caso actual, ese mismo hecho no puede ser considerado delito.

Argumento analógico

Este argumento se basa en la analogía entre dos situaciones distintas, pero que comparten algunas características relevantes. Por ejemplo, si en un caso se ha dictado sentencia sobre la responsabilidad de una empresa en un accidente laboral, se puede utilizar el argumento analógico para sostener que la misma empresa es responsable en un caso similar, aunque las circunstancias sean distintas.

Argumento de experiencia

Este argumento se basa en la experiencia común y en la observación de la realidad. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada actividad es peligrosa, se puede utilizar la experiencia común para sostener que existe un riesgo inherente en esa actividad.

Argumento de precedente

Este argumento se basa en la existencia de una sentencia previa que sienta un precedente para el caso actual. Por ejemplo, si en un caso anterior se ha dictado sentencia en un sentido determinado, se puede utilizar el argumento de precedente para sostener que se debe seguir la misma línea de interpretación en el caso actual.

Argumento de equidad

Este argumento se basa en la justicia y la equidad. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada ley es injusta, se puede utilizar el argumento de equidad para sostener que dicha ley vulnera los principios de justicia y equidad.

Argumento de coherencia

Este argumento se basa en la coherencia interna de un sistema jurídico. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada interpretación es la más adecuada, se puede utilizar el argumento de coherencia para sostener que esa interpretación es la que mejor se ajusta al conjunto del sistema jurídico.

Argumento de prueba

Este argumento se basa en la presentación de pruebas que demuestran la veracidad de una afirmación. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada persona es culpable de un delito, se pueden presentar pruebas que demuestren esa culpabilidad.

Argumento de consecuencia

Este argumento se basa en las consecuencias que se derivan de una determinada interpretación o decisión. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada ley es perjudicial para la economía, se puede utilizar el argumento de consecuencia para sostener que esa ley tendrá efectos negativos en la economía.

Argumento de principio

Este argumento se basa en un principio moral o ético que se considera relevante para el caso en cuestión. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada ley vulnera los derechos humanos, se puede utilizar el argumento de principio para sostener que dicha ley es contraria a los principios fundamentales de la sociedad.

Argumento de necesidad

Este argumento se basa en la necesidad de una determinada acción. Por ejemplo, si se quiere argumentar que es necesario que se modifique una determinada ley, se puede utilizar el argumento de necesidad para sostener que esa modificación es imprescindible para garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Argumentos de defensa

Además de los argumentos anteriormente mencionados, también existen algunos argumentos de defensa que se utilizan en el ámbito jurídico. Estos argumentos tienen como finalidad defender a una persona o entidad de una acusación o imputación.

Argumento de prescripción

Este argumento se basa en el tiempo transcurrido desde que se cometió un delito o falta. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada acusación está prescrita, se puede utilizar el argumento de prescripción para sostener que ha pasado demasiado tiempo desde que se cometió el delito o falta.

Argumento de falta de pruebas

Este argumento se basa en la falta de pruebas que demuestren la culpabilidad de una persona o entidad. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada acusación es infundada, se puede utilizar el argumento de falta de pruebas para sostener que no existen pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad.

Argumento de legítima defensa

Este argumento se basa en la defensa de una persona o entidad ante una agresión o amenaza. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada acción fue realizada en legítima defensa, se puede utilizar este argumento para sostener que se actuó en defensa propia.

Argumento de consentimiento

Este argumento se basa en el consentimiento de una persona o entidad para realizar una determinada acción. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada acción no es delito, se puede utilizar el argumento de consentimiento para sostener que la persona afectada había dado su consentimiento para realizar dicha acción.

Argumento de fuerza mayor

Este argumento se basa en la imposibilidad de realizar una determinada acción debido a circunstancias excepcionales. Por ejemplo, si se quiere argumentar que una determinada acción no pudo ser realizada debido a una situación de fuerza mayor, se puede utilizar este argumento para sostener que la persona afectada no tenía otra opción.

Conclusión

Como hemos visto, existen diferentes tipos de argumentos jurídicos que se pueden utilizar para sostener una posición en el ámbito jurídico. La elección del tipo de argumento dependerá del caso específico y de la estrategia que se desee emplear. Es importante conocer estos argumentos para poder utilizarlos de manera efectiva y así defender nuestros intereses o los de nuestros clientes.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué es un argumento jurídico?

Un argumento jurídico es una afirmación que se utiliza para sostener una posición en el ámbito jurídico. Estos argumentos pueden ser de diferentes tipos y se utilizan para defender los intereses de una persona o entidad.

2. ¿Cuál es el tipo de argumento más utilizado en el ámbito jurídico?

No existe un tipo de argumento que sea el más utilizado en el ámbito jurídico, ya que la elección del tipo de argumento dependerá del caso específico y de la estrategia que se desee emplear.

3. ¿Qué es un argumento de autoridad?

Un argumento de autoridad se basa en la opinión o afirmación de una autoridad reconocida en el tema que se está discutiendo. Este tipo de argumento es especialmente útil en casos donde la opinión de expertos es fundamental para establecer una posición.

4. ¿Qué es un argumento de prescripción?

Un argumento de prescripción se basa en el tiempo transcurrido desde que se cometió un delito o falta. Este argumento se utiliza para sostener que ha pasado demasiado tiempo desde que se cometió el delito o falta y que, por lo tanto, la acusación está prescrita.

5. ¿Qué es un argumento de legítima defensa?

Un argumento de legítima defensa se basa en la defensa de una persona o entidad ante una agresión o amenaza. Este argumento se utiliza para sostener que se actuó en defensa propia y que, por lo tanto, la acción no constituye un delito.

6. ¿Qué es un argumento de fuerza mayor?

Un argumento de fuerza mayor se basa en la imposibilidad de realizar una determinada acción debido a circunstancas excepcionales. Este argumento se utiliza para sostener que la persona afectada no tenía otra opción y que, por lo tanto, la acción no constituye un delito.

Fátima Font

Este autor es una intelectual versátil con conocimientos en Derecho, Historia y Literatura. Estudió Derecho en la Universidad de Harvard y Literatura en la Universidad de Oxford. También pasó un año en el extranjero, estudiando Historia en la Universidad de Berlín. Algunos de los libros publicados por este autor abarcan temas desde el Derecho Internacional hasta la Literatura Clásica. Sus trabajos de investigación han sido publicados en revistas académicas de alto prestigio.

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